Desde hace un tiempo parece que se ha puesto de moda consumir esta sustancia en cosmética o en nutrición con fines détox. Los beneficios del carbón activado van más allá de una mascarilla facial o de añadirlo en un batido, lo cual, además, no es para nada saludable. Te explicamos su origen, sus beneficios, como usarlo de manera responsable y por qué deberías ser fan del carbón activado.
El carbón activado se ha utilizado desde hace miles de años en diferentes civilizaciones con diversos fines. Desde absorber olores en heridas putrefactas, a filtrar y purificar el agua de bebida, o como lavado de estómago en casos de intoxicaciones alimentarias, etc.
Para activar el carbón, éste debe pasar por un proceso para hacerlo poroso, de manera que su superficie puede aumentar hasta 16 veces. De esta manera, se convierte en una sustancia con una elevada capacidad de absorción.
El uso más antiguo que se conoce del carbón activado es probablemente el del filtrado del aire. Es un método que todavía se utiliza para absorber las partículas responsables del mal olor.
Otro de sus usos habituales es el de purificar el agua. El carbón activado está presente en la mayoría de los filtros purificadores del agua.
En cuanto a sus usos en el cuerpo humano, numerosos estudios han evidenciado científicamente que el carbón activado posee la capacidad de absorber sustancias químicas del organismo. De hecho, desde hace mucho tiempo se ha utilizado en medicina y hospitales como antídoto para venenos o algunos casos de intoxicación. Otros de sus usos para la salud, son los siguientes:
Dependiendo del objetivo que estemos buscando, deberemos tomarlo de una u otra manera. Por ejemplo, en el caso de utilizarlo como antídoto en caso de intoxicación, lo mejor será tomarlo lo antes posible. No obstante, si lo que buscamos es un efecto détox, deberemos tomarlo “en ayunas”, como explicamos a continuación.
Dada su elevada capacidad de absorción y el riesgo de que se absorban sustancias que sí queremos mantener en el organismo (nutrientes, vitaminas, minerales, antioxidantes…) deberemos consumirlo fuera de las comidas. Es decir, deberemos tomarlo 2-3 horas después de haber ingerido alimentos e igualmente esperar 1-2 horas más antes de volver a comer.
Por otro lado, es importante tener en cuenta que si estás tomando medicamentos, deberás tomar el carbón activado entre 4 y 6 horas después de haber tomado tu medicación, para evitar que sea también absorbida por el carbón, lo cual reduciría los efectos del medicamento.
Para el consumo por vía oral, el carbón activado se comercializa en polvo o en cápsulas. Si decidimos tomarlo, hay que prestar especial atención a no superar la dosis adecuada, lo cual sería contraproducente. Asimismo, durante el periodo de tiempo en que se tome el carbón activado, es recomendable complementarlo con algún probiótico, pues el carbón podría absorber parte de la flora intestinal.
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