Vivimos en un mundo sobrecargado de estímulos. Esta sobreestimulación del sistema nervioso, produce un estado de alerta constante en el organismo, lo cual se considera estrés crónico. Asimismo, este estado de alerta continuado o estrés crónico, produce además un estado de inflamación crónico en el organismo, lo cual es el caldo de cultivo de numerosas enfermedades crónicas derivadas del estilo de vida.
Si bien cuando oímos hablar de estrés pensamos únicamente en estrés laboral, la realidad es que hay muchos otros factores que intervienen en la aparición del estrés. Existen tres tipos de estrés que afectan a nuestra salud en mayor o menor grado: el estrés físico, el estrés químico y el estrés emocional. Dentro de cada tipo, encontramos diferentes causas que lo provocan.
En muchas ocasiones, las consecuencias de no tratar a tiempo el estrés, puede suponer que éste se vuelva crónico, produciendo inflamación crónica en el cuerpo. Este estado puede producir enfermedades graves tales como el cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes, etc. Además, el estrés es una de las principales causas de las subluxaciones vertebrales. Produciendo dolor de espalda, dolor de cabeza, migrañas, mareos, vértigos, problemas digestivos, alteraciones del sueño, etc.
La solución al estrés en muchas ocasiones consiste en cambiar radicalmente el estilo de vida. Especialmente cuando éste es producido por un exceso de presión en el trabajo o por ansiedad derivada de la relación con algunas personas. En otras ocasiones, tan solo es necesario eliminar aquellos factores que nos están produciendo algún tipo de estrés. Bien sea introduciendo cambios en la alimentación o dejando un estilo de vida sedentario. Es necesario observar y comprender qué hacemos en nuestro día a día y cuáles son los factores que pueden estar influyendo en nuestro organismo.
Además, en nuestros centros quiroprácticos de Tarragona y Reus somos especialistas del sistema nervioso. Los ajustes quiroprácticos ayudan a equilibrar el sistema nervioso, permitiéndole funcionar de manera óptima y liderándolo de subluxaciones vertebrales que lo bloquean. De manera que el organismo pueda recuperar su capacidad de reacción y recuperación ante situaciones de estrés.