Bruxismo y quiropráctica son una gran combinación, pues la quiropráctica ayuda a hacer frente a los desequilibrios en el sistema nervioso, mejorando la capacidad del organismo de hacer frente al estrés.
El bruxismo es un hábito inconsciente mediante el cual se aprietan las estructuras mandibulares, llegando incluso a rechinar los dientes. Esta patología afecta entre el 10% y 20% de la población adulta, normalmente producida por estrés y ansiedad.